La Federación de Empresas Navieras Argentina (FENA), reúne en su seno a cuatro Cámaras del sector, la Cámara Naviera Argentina, la Cámara de Armadores de Bandera Argentina, la Cámara Argentina de Empresas Navieras y Armadoras y la Cámara de Armadores de Remolcadores, en ellas se encuentra representado el 95 % de las embarcaciones de bandera Argentina: Barcazas y remolcadores de empuje, remolques de maniobra portuario, responsables del transporte fluvial y marítimo de combustibles, gasoil, fueloil, granos, aceites, mineral de hierro y contenedores, buques de apoyo costa afuera, entre otras actividades.

FENA es una federación empresarial de ámbito nacional cuya misión es la coordinación, representación, gestión, fomento y defensa de los intereses de las empresas navieras del país con el objetivo de unificar la voz que representa a todas las cámaras que la componen para tratar e impulsar temas de interés común.

La experiencia confirma que el transporte fluvial y marítimo resulta parte efectiva de una cadena de valor, que complementa la potencialidad de las economías exportadoras. Cada país desarrollado, dispone de una flota acorde a los productos que devienen su intercambio comercial, conforme sus necesidades exportadoras como importadoras; con buques especializados, ya fuera para cereales, maquinarias, automóviles, combustibles, proyectos pesados para infraestructura y cuanto sea imaginable.

Entendemos que ejercer el control del transporte fluviomarítimo permite asegurarse la competitividad, pudiendo colocar las ventas que generan reservas y economizando en las compras de los bienes de capital que necesitamos.

Cuando nos referimos al control estratégico del transporte, lo hacemos en nombre de nuestra Nación, con su correlato en el Tráfico de Cabotaje y la posibilidad de nutrir de un desarrollo sustentable a las regiones a través de una conexión eficiente. Pero también destacamos la importancia estratégica de fortalecer la integración comercio y los servicios, en el tráfico del MERCOSUR, el cual través del transporte por agua, y aprovechando la ventaja natural del sistema de interconexión hidroviario, tiene la capacidad de potenciar y mejorar la inserción sudamericana en el tráfico con el mundo.

Nuestra visión, es propender a una soberanía de transporte y de comercio, que no sea restringida por la necesidad imperiosa de comprar fletes a las flotas extranjeras y dejar en el camino nuestras divisas.

Nos enorgullece ser herederos de una tradición naval de pergaminos. Desde los méritos históricos de nuestra Armada, hasta las empresas mercantes argentinas que han llegado a operar simultáneamente más de 100 naves de carga internacionales que nos unían con los cinco continentes, de modo independiente y sin necesidad de pagar fletes continuamente a las navieras extranjeras.

Sabemos hacerlo bien, porque la Argentina ya lo ha hecho con éxito durante más de un siglo.

Confiamos poder traccionar esta reivindicación necesaria de un servicio indispensable para nuestro comercio intercontinental, porque es el transporte desde nuestra mirada, un irrenunciable vector de la cadena de rentabilidad del mercado multilateral.

Nuestros valores han sido siempre reconocer la capacidad de nuestra gente y nuestras empresas para competir sin reparos ni temores, ofreciendo transporte de igual calidad que las flotas de otros países, pero con trabajo y acento argentino. Nadie mejor que nosotros, para entender y servir los requerimientos de nuestros exportadores e importadores.

Trabajamos hacia la reconfiguración de un marco legal que nos permita volver a ser competitivos en términos globales. Lamentablemente no será posible competir y participar del negocio de fletes a menos que podamos contar con una normativa capaz de enmarcar las condiciones necesarias para el desarrollo eficiente y competitivo de la actividad. Esto lo comprendieron y pusieron en práctica aquellos países, que hoy, son potencia en nuestro sector.

Asimismo, considerando que Argentina dispone de las materias primas y los alimentos que otros países del mundo reclaman, resulta crítico generar un puente fluviomarítimo eficiente. Sin esta herramienta estratégica, el precio de nuestros productos y su grado de competitividad, dependerán exclusivamente del mercado naviero internacional. Y desde esa posición dominante, ellos fijarán a voluntad los valores de flete de nuestra producción, conforme sus lógicos intereses.

Nuestra línea estratégica apunta a gestionar para esta industria del transporte fluviomarítimo, ciertos pilares básicos que ya regulan debidamente y exitosamente a las navieras internacionales. Sostener y acrecentar una flota mercante propia calificada, con navegantes, ingenieros y marineros profesionales, para asegurar la autonomía de transporte y comercialización internacional, porque sin ello es simplemente inviable poder insertarse en el negocio de los fletes que genera el comercio masivo.

Actualmente estamos comprometidos y trabajando proactivamente en promover las acciones necesarias que procuren aquellas condiciones de competitividad que permita que la marina mercante Argentina vuelva a ser el pilar fundamental para el desarrollo sustentable de la Nación. A tales efectos recientemente, ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social impulsamos el Proceso de Reestructuración Productiva el cual tiene el objetivo de incrementar la productividad en las modalidades de trabajo. Y también estamos participando en la Mesa Tripartita (Empresas Armadoras, Gremios Embarcados y Ministerio de Transporte), la cual es liderada por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación y tiene como objetivo que se arriben, en su seno, a acuerdos entre los representantes gremiales y empresarios en pos de la competitividad sectorial.

Otra de las acciones realizadas recientemente fue la presentación en el Ministerio de Transporte, un documento denominado “Marina Mercante Argentina: sugerencias para mejorar los estándares de eficiencia y costos logísticos” el cual identifica más de cuarenta deficiencias sistémicas que repercuten en el buen desempeño de la actividad. Este trabajo no solamente expresa las anomalías, sino que evidencia y cuantifica los costos y sugiere cuáles deben ser las posibles soluciones.

Respecto de la reciente sanción de la Ley 27.419 “Desarrollo de la Marina Mercante Nacional y la Integración Fluvial Regional” entendemos que es un primer paso para encuadrar a la actividad. Pero para incorporar más buques de bandera Nacional a la flota y posibilitar que más trabajadores argentinos tripulen nuestros buques, y se traccione sustentablemente a esta vasta cadena de valor, es necesario complementarla con ciertos atributos que permitan que la Bandera Argentina pueda ser competitiva en el tráfico regional e internacional. Para ello, es necesario generar una reglamentación complementaria que tenga la capacidad de comprender las características de los tráficos en los cuales se quiere participar y que enfrente, de modo eficiente, las condiciones de aquellos pabellones con los cuales se debe competir.

Los Armadores Argentinos estamos dispuestos a invertir e incorporar más buques al Pabellón Nacional, los tripulantes Argentinos están capacitados para tripular nuestros barcos. Estamos convencidos que la marina mercante Argentina debe ser el pilar fundamental para el desarrollo sustentable de la Nación.

Nota realizada por el Licenciado Leonardo Abiad Gerente de la Federación de Empresas Navieras Argentina (FENA) que reúne en su seno a cuatro Cámaras del sector, la Cámara Naviera Argentina, la Cámara de Armadores de Bandera Argentina, la Cámara Argentina de Empresas Navieras y Armadoras y la Cámara de Armadores de Remolcadores, en el las se encuentra representado el 95 % de las embarcaciones de bandera Argentina: Barcazas y remolcadores de empuje, remolques de maniobra portuario, responsables del transporte fluvial y marítimo de combustibles, gasoil, fueloil, granos, aceites, mineral de hierro y contenedores, buques de apoyo costa afuera, entre otras actividades).