Diario La Nación | 1/11/2016

La Federación de Empresas Navieras, que pide la reestructuración productiva, advirtió que el sector corre riesgo de desaparecer

La Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) pidió al Ministerio de Trabajo la apertura del Procedimiento de Reestructuración Productiva para «revertir la profunda crisis de la actividad» y evitar la «desaparición» de la marina mercante.

«La marina mercante argentina está en una profunda crisis. El costo argentino se convirtió en una trampa certera para el desarrollo de la flota de bandera nacional: con una presión tributaria record, con dificultades en el acceso al financiamiento, una burocracia sistémica y un rígido sistema laboral, cuestiones que hacen inviable el futuro del sector», dijo la FENA en un comunicado.

Según la Federación, como consecuencia de eso, la participación de la flota argentina en todos los tráficos tiende a ser marginal.

«En el tráfico fluvial de la hidrovía Paraguay-Paraná la participación de la bandera argentina es muy baja -90 % de la carga es transportada por banderas extranjeras-. Y sólo algunos de esos buques de bandera argentina están dedicados al tráfico internacional. Incluso el cabotaje nacional (en principio tutelado normativamente) está viendo reducida su actividad porque no puede competir con otro tipo de transportes y porque, por vía de excepciones, se permite operar aunque sea en forma transitoria a buques y artefactos navales extranjeros en desmedro de las empresas armadoras argentinas. La FENA entiende que se está ante una situación límite, y que si no es revertida rápidamente, este proceso se profundizará.»

Diagnóstico compartido

En el comunicado, sostienen que ese diagnóstico fue compartido por el Gobierno y los gremios, «evidenciado en los 90 días de trabajo transitados en las comisiones tripartitas (constituidas por las entidades gremiales del sector, FENA y los organismos estatales que regulan la actividad naviera nacional). «Todos los actores dialogaron en pos del objetivo de adoptar medidas concretas que propendan a la mejora del sector. Y aunque se arribaron a ciertos consensos en materia de regulaciones administrativas e impositivas, no se concretó ninguna reducción de costos. En lo atinente a la Comisión de Asuntos Laborales, sólo hubo expresiones del sector sindical que no sólo son insuficientes sino que se limitan a los eventuales nuevos buques que se incorporen al tráfico en la hidrovía Paraná-Paraguay (en desmedro de los pocos que aún operan en este tráfico y enarbolan el pabellón nacional) y Mercosur», dijeron. Por eso, la Federación solicitó al ministro de Trabajo la apertura del «Procedimiento de Reestructuración Productiva», contemplado en los artículos 95 y 97 de la ley 24.013 de la ley nacional de empleo.

Se explica que ello se hace considerando llegar «a consensos» con las entidades sindicales que representan al personal embarcado que permitirá incorporar al sistema de trabajo a bordo «cláusulas de productividad para adecuar los costos, mejorar los rendimientos y modernizar dicho sistema.

La apertura de ese procedimiento tiene como objetivo revertir el proceso de alteración equívoca de la matriz de costos de los últimos años, detener el desmantelamiento de la flota de la marina mercante nacional y establecer mecanismos para mejorar la eficiencia y la competitividad de la flota nacional.

De encauzarse este proceso, FENA apuesta a detener la pérdida de fuentes de trabajo y en el mediano plazo, regresar a un círculo virtuoso donde se incrementen las embarcaciones y el personal, directo e indirecto. Según sus proyecciones, en el primer año podrían ingresar al pabellón nacional, alrededor de 50 buques, y otros 150 los cuatro años subsiguientes, con su correlato directo en el empleo, en aproximadamente 4000 empleos directos y 15.000 indirectos.